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Cientificos descubrieron estructura del virus Zika

El brote de zika en Brasil y otras partes de Latinoamérica y el Caribe ha coincidido con un aumento notable en la cantidad de bebés nacidos con microcefalia, que resulta en una cabeza y un cerebro anómalamente pequeños.

También ha habido un aumento en otros defectos de nacimiento en el cerebro y en los ojos en países afectados por el brote de Zika. Pero faltaban evidencias firmes del vínculo entre el virus y esos defectos de nacimiento.

Los investigadores Richard Kuhn y Michael Rossmann, de la Universidad de Purdue (EE.UU.), encabezaron esta investigación. Estos científicos también determinaron la estructura del virus del dengue en 2002 y la del virus del Nilo Occidental en 2003.

Por ello, un equipo de científico ha logrado descubrir la estructura del zika, que representa un paso clave para desarrollar futuros tratamientos y vacunas contra el virus que ataca América Latina, según un estudio publicado por la revista Science.

Su investigación identifica regiones de la estructura del zika que son diferentes de otros virus del mismo género (flavivirus) como el dengue, el del Nilo Occidental o la fiebre amarilla.

Las regiones de la estructura que son únicas podrían ser la clave para explicar las diferencias en cómo se transmite el virus y cómo se manifiesta la enfermedad.

“La estructura de los virus proporciona un mapa que muestra las regiones potenciales donde se podría atacar al virus con tratamiento terapéutico, que podrían usarse para crear una vacuna efectiva o que podrían mejorar la capacidad de diagnosticar el zika y de distinguir la infección de las de otros virus del mismo género”, explicó Kuhn.

Por el momento no existe ni tratamiento para el zika y es necesario mejorar su diagnóstico, una tarea que se complica porque en la mayoría de las ocasiones no hay síntomas o, si los hay, son leves y similares a los de otros virus del mismo género.

“Determinar la estructura mejora enormemente nuestra comprensión del zika, un virus sobre el que se sabe muy poco, e ilumina las áreas más prometedoras para seguir investigando y combatir la infección”, sostiene Kuhn.

La estructura del zika es, en general, muy similar a la de otros flavivirus, con el ácido ribonucleico (ARN) como único material genético y rodeado de una membrana grasa.

Esa fuerte similitud con otros virus del mismo género no sorprendió a los científicos y hace suponer que se podrá aprovechar los avances ya existentes en el desarrollo de vacunas, aunque las “sutiles diferencias” pueden ser la clave.

“La mayoría de los virus no invaden el sistema nervioso o el feto en desarrollo por la barrera hematoencefálica (las células entre los vasos sanguíneos y el sistema nervioso central) y la barrera de la placenta, pero la asociación con un inapropiado desarrollo del cerebro en el feto sugiere que el zika sí lo hace”, apunta Devika Sirohi, una de las investigadoras.

“No está claro cómo el zika accede a esas células y las infecta, pero quizás esas áreas de diferencia estructural puedan estar involucradas. Esas áreas únicas quizás sean cruciales y requieren más investigación”, añadió.