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Evo Morales y Nicolás Maduro en una imagen del 15 de junio del 2014 en Santa Cruz, Bolivia. (AFP).

Evo Morales, el aliado histórico de Venezuela, también toma distancia de Maduro

Hubo un tiempo en que el chavismo era una activo a la hora de hacer campaña en América Latina, pero esos tiempos parecen lejanos ahora. Uno por uno, los aliados de Venezuela comenzaron a dar vuelta la página para distanciarse del régimen de Nicolás Maduro, condenado por la mayoría de la comunidad internacional.

El candidato de izquierda derrotado en Brasil, Fernando Haddad, dijo que el gobierno venezolano “no es democrático”. También el candidato de izquierda derrotado en Colombia, el exguerrillero Gustavo Petro, no solo aseguró que líder bolivariano es un “dictador” sino que también “mata”.

En los últimos días y cuando faltan tres meses para las elecciones, la izquierda uruguaya abrió un debate sobre el apoyo al país caribeño, tras declaraciones del ministro de Economía y líder de la corriente moderada del oficialismo, Danilo Astori, respaldadas por el candidato oficialista Daniel Martínez y el expresidente José Mujica. Pero el último en sumarse a la fila ha sido el presidente de BoliviaEvo Morales, quien se ausentó de la última edición del Foro de San Pablo.

“El Foro de San Pablo es una clara y fehaciente muestra de que estamos más unidos que nunca, desde el punto de vista moral, espiritual y político”, publicó Nicolás Maduro en su cuenta de Twitter y calificó de “exitosa” la XXV edición del foro de partidos y grupos de izquierda latinoamericanos, finalizada el domingo en Caracas y en la que, según el presidente venezolano, participaron más de 700 líderes y dirigentes “de los cinco continentes”.

Pero Evo Morales, aliado histórico de Venezuela, esta vez decidió seguir los consejos del presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, quien le sugirió que se alejara del foro izquierdista. En vez, envió una delegación encabezada por la secretaria de Relaciones Internacionales del Movimiento al Socialismo (MAS), Juanita Ancieta. “Bolivia no envió como Estado una delegación oficial al Foro”, reconoció el canciller Diego Pary.

Lejos de sus declaraciones antiimperialistas, pareciera que Morales, quien asistió a la investidura de Bolsonaro y lo llamó hermano en su cuenta de Twitter, podría cambiar de bando, ahora que Brasil es su “socio estratégico”.

Aliados históricos

Cuando la mayoría de los países en el continente americano rechazaron las elecciones presidenciales en Venezuela celebradas en mayo de 2018, que le dieron el triunfo al presidente Nicolás Maduro, un puñado de aliados de Caracas en la región enviaron calurosas felicitaciones.

El presidente de Bolivia, Evo Morales, envió un mensaje de felicitaciones al día siguiente de conocerse el resultado. Morales se hizo eco de la frecuente retórica antiestadounidense utilizada por su homólogo, Nicolás Maduro, a quién llamó “hermano” en Twitter.

El 23 de enero de este año, Morales nuevamente expresó su apoyo a su homólogo de Venezuela, Nicolás Maduro, tras la decisión del jefe de la Asamblea Nacional del país, Juan Guaidó, de autoproclamarse como jefe de Estado.

“Nunca más vamos a ser patio trasero de Estados Unidos”, escribió en ese entonces el mandatario boliviano en un breve mensaje publicado en su cuenta de Twitter.

En febrero, el presidente de Bolivia, Evo Morales, viajó por sorpresa a Venzuela en una nueva expresión de respaldo al presidente Nicolás Maduro. Ambos dirigentes se reunieron y abordaron la crisis política en la que se encuentra sumido el país caribeño.

“Nos reunimos con el hermano presidente de Venezuela, Nicolás Maduro y le expresamos todo nuestro apoyo ante el golpismo intervencionista del imperio que pretende adueñarse del patrimonio venezolano, violando el derecho internacional. Bolivia apoya el diálogo para evitar enfrentamientos”, dijo Morales a través de Twitter.

Sin embargo, la ausencia del Evo Morales en el Foro de Sao Paulo, celebrado del 25 al 28 de julio en Caracas, podría significar un quiebre en la estrecha “hermandad”.

Fuente: El Comercio