Roger Federer está de vuelta

Sir Roger vuelto. Después de un año relativamente regular pero con borrones importantes en finales, esta vez el suizo sí lo consiguió y se impuso a David Ferrer en el partido definitivo del Masters 1000 de Cincinnati.

El partido fue rápido y, en el primer set, intenso. Federer superó a David Ferrer por un parcial de 6-3,1-6 y 6-2 con síntomas de clara evolución en su juego y claras lagunas que a buen seguro desaparecerán tras la vuelta a la senda de la victoria.

El primer set fue el más igualado. Federer ponía la directa con sus saques y voleas, acabando los puntos por la vía rápida. ‘Ferru’, lejos de su estilo habitual, se ponía a la altura de su rival conectando un gran número de primeros saques y cerrando los puntos con golpes ganadores, arriesgando y acabando en la red de manera más asidua de lo habitual. Así, los juegos caían vistos y no vistos hasta que llegamos a la fase definitiva del set. Ahí, con 4-3 a favor del tenista helvético, Ferrer le regaló un juego. Dos dobles faltas y una derecha relativamente sencilla fueron una ventaja que Sir Roger no desaprovechó. A renglón seguido, en el siguiente juego, Ferrer se puso 0-40 con sensaciones de que podía recuperar ese ‘break’ cedido, pero tres saques imparables y una agresividad desbordante le otorgaron al helvético la primera manga.

Pero ‘Ferru’ ya había vislumbrado las dudas en ese final de set. Unas dudas que se acrecentaron en un segundo set en el que el tenista español se puso 5-0 en un abrir y cerrar de ojos. Muchos errores e incluso falta de actitud de un Federer que pareció abandonar el partido por momentos. Pero, sabiéndose perdedor del set, volvió a entonarse, se apuntó un juego y peleó el siguiente para coger ritmo de cara al tercer y definitivo set. Ferrer se animaba con un “¡Vamos, que puedes!” indicador de que se veía con fuerza para levantar su segundo Masters 1000.

Entonces volvió a resurgir el mejor Federer. Saques sin respuesta posible, voleas inverosímiles y una agresividad tremenda al resto para imposibilitar el juego del de Jávea. Así, el 3-1 supuso la primera brecha de la manga definitiva y el desenlace se fue hasta un 6-2 final que el helvético sostuvo con un increíble porcentaje de primeros y sin conceder ni una sólo bola de ‘break’.

Así, Ferrer lo intentó pero parece que Federer ha vuelto. Su estilo de juego se ha transformado apoyándose más en su saque y volea y parece que le puede funcionar. De momento, se ha apuntado su torneo 22 de Masters 1000 y llega al US Open, que ha ganado en cinco ocasiones, con la moral por las nubes y con la sensación de que es una clara opción en las apuestas de tenis de bet365 por el título. Ferrer, por su parte, se tiene que marchar de Ohio con la cabeza bien alta por el tenis desplegado en la final y con el premio de haber recuperado el número 5 mundial. Próxima parada, el US Open.

Guillermo Fernández