Postlatino Noticias Hispanas de Hartford, Connecticut – CT Hispanic News
Datos recientes indican que las tasas de obesidad infantil se están incrementando de manera dramática en muchos países. La obesidad y el sobrepeso pueden condicionar la aparición de muchas enfermedades graves, como la diabetes tipo 2, alteraciones cardiovasculares, hipertensión e, incluso, algunos tipos de cáncer.
CONNECTICUT- El acoso escolar o bullying se ha convertido en un problema de salud pública. Entre las muchas razones por las que se puede dar, la obesidad parece ser el principal factor de riesgo.
Los niños con obesidad tienen un mayor riesgo de sufrir burlas o humillaciones, las cuales pueden tener importantes consecuencias negativas a corto y largo plazo en la salud física y mental de estos niños.
Pediatras de Connecticut y los funcionarios de salud pública aplaudieron este mes, cuando la Academia Estadounidense de Pediatría publicó una guía que declara que la obesidad es una enfermedad crónica.
El informe de la AAP, con fecha del 9 de enero, ofreció pautas de práctica clínica para trabajar con niños que viven con obesidad y sus familias.
Se instruye a los médicos para que ayuden a los niños y las familias a estar en mejor forma física antes de que los niños lleguen a la edad adulta, cuando las repercusiones a largo plazo de la obesidad (diabetes, presión arterial alta, hiperlipidemia, apnea del sueño, lesiones musculoesqueléticas, enfermedad hepática, depresión) se afianzan.
La guía de la AAP indicó que 14,4 millones de niños estadounidenses viven con obesidad. Las estadísticas del Departamento de Salud Pública de Connecticut informan que el 16,8% de los niños de Connecticut viven con obesidad. La obesidad se define como estar en el percentil 95 o más alto en el índice de masa corporal.
La obesidad es más común en niños que en niñas; de acuerdo con esas estadísticas, el 19.7% de los niños y el 13.7% de las niñas tienen obesidad en el estado. Los niños que no son blancos tienen más probabilidades de ser obesos: en comparación con el 11,2 % de los niños blancos de Connecticut, el 27,8 % de los niños negros no hispanos, el 26,3 % de los niños hispanos y el 15 % de los niños multirraciales o de “otra raza” tienen obesidad.
La obesidad ocurre con mayor frecuencia en las familias en los niveles de ingresos más bajos. Los hogares de Connecticut con ingresos anuales inferiores a $35 000 ven un 25,3 % de obesidad infantil, en comparación con familias en el rango de $35 000 a $74 999 (23,2 %) y $75 000 o más (12,5 %).
Otros factores influyen en las causas de la obesidad, incluidos los efectos secundarios de los medicamentos, la genética y los factores psicológicos, y los profesionales médicos dicen que todos esos factores deben tenerse en cuenta al asesorar al niño y a la familia del niño.
