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Joven hispano cumple sueño con primera estación de hidrógeno en California Los ejecutivos de la compañía StratosFuel Jonathan Palacios-Avila (izda) y José Magaña (dcha) re-abastecen un vehículo de hidrógeno durante una demostración en la Estación de Investigación de Hidrógeno en la Universidad Estatal de California en Los Angeles.

Joven hispano cumple sueño con primera estación de hidrógeno en California.

Los Ángeles, 7 dic (EFEUSA).- Desde que estaba en la secundaria, Jonathan Palacios-Ávila soñaba con autos que contribuyesen a la conservación del medioambiente y no tuvo que esperar mucho ya que a finales de diciembre inaugurará la primera estación de servicio privada que provee hidrógeno en el sur de California.
“Tenemos que ir al público y educarlo acerca de esta tecnología que está aquí para quedarse y va a ayudar a limpiar el aire y a crear una mejor manera de transporte”, dijo a Efe Palacios-Ávila.
Con tan sólo 24 años, el latino fundó la compañía StratosFuel en diciembre de 2013. Ocho meses después, la empresa recibió una subvención de 2,1 millones de dólares de la Comisión de Energía de California para construir una estación de hidrógeno en la ciudad de Ontario.
Esta decisión hace parte de los esfuerzos del estado para que el sector privado se involucre en la construcción de estaciones de servicio de combustibles alternativos.
California es pionero en el país para reducir los gases de efecto invernadero. Para el 2025 el estado pretende que más del 20 % de sus autos deben ser cero emisiones o híbridos.
Aunque las compañías del motor comenzaron a fabricar más vehículos movidos por hidrógeno, el problema ahora radica en la falta de estaciones para recargar estos automóviles y la ausencia de conocimiento sobre esta nueva tecnología.
“El reto son los mitos, mucha gente piensa en la bomba atómica, de la bomba de hidrógeno, y no es así, esa es realmente la barrera en la cual peleamos día a día”, lamentó José Magaña, ejecutivo de StratosFuel
Son varios los desafíos que este grupo de hispanos ha asumido: su objetivo principal es convencer a los dueños de estaciones de gasolina y a nuevos inversionistas para que construyan estaciones de producción y carga de hidrógeno.
Actualmente el hidrógeno es más caro que la gasolina en base a su equivalente por galón. Sin embargo, el rendimiento de las pilas de este combustible son dos veces más eficientes que los motores de gasolina, lo que hace prever que, a medida que se popularice su uso, los costos se reducirán.
“Las automotrices están ayudando a lograr una reducción en precios al vender sus carros ofreciéndoles subsidios de combustible por tres años”, indicó Palacios-Ávila
La gasolina no es la única competencia del hidrógeno, los carros eléctricos también son un desafío a superar.
No obstante, la tecnología que promueve Palacios-Ávila lleva la delantera en al menos un aspecto. Mientras un auto eléctrico necesita de cuatro a ocho horas para cargarse, el de hidrógeno solo precisa de cinco minutos.
Otra de las preocupaciones del público es la seguridad sobre estas plantas de producción y estaciones de hidrógeno.
Pero para la ingeniera Stacy Barbadillo, quién trabaja en el Programa de Investigación de Producción de Hidrógeno de la Universidad Estatal de California en Los Ángeles (CSULA), los riesgos de un escape son mínimos.
“Es un proceso muy sencillo, como echar gasolina, solo que aquí el carro y la estación proveedora hacen más trabajo cuidando la presión”, explicó.
La estación de combustible de hidrógeno en Ontario, California, que se inaugura a finales de este año con una planta que puede producir 65 kilogramos por día, con un valor de 14 dólares el kilo, será la primera propuesta impulsada por una compañía privada.
En 2013 había cerca de 250 millones de vehículos movidos por gasolina en Estados Unidos, abastecidos por 170.000 gasolineras, según datos del Departamento de Energía.
En contraste, este año el país cuenta con 34 estaciones de hidrógeno, 17 de ellas en California y las otras repartidas sobre 13 estados. De acuerdo a Drive Clean California, el Estado Dorado tiene actualmente 300 autos de hidrógeno en sus carreteras.
Aunque la construcción de cada nueva estación de hidrógeno supone una inversión superior a los tres millones de dólares, la falta de fondos no resta motivación a estos jóvenes, pues tienen muy claro que esta aventura está más relacionada con la promoción de la energía limpia.
“Lo que sale del carro es agua, eso para mí fue el mensaje, lo que me llamó hacia esta causa”, indicó Magaña, oriundo de Michoacán, México.
Palacios-Ávila espera que más jóvenes se unan a su causa y que tomen su ejemplo para involucrarse en la energía limpia y renovable: “Estamos tratando de demostrar que el hidrógeno es una manera en la que se puede mejorar el medio ambiente”, concluyó.