Un pico de contaminación en París plantea medidas de restricción del tráfico

PARIS.- El episodio de contaminación que vive esta semana buena parte del noroeste de Europa, particularmente virulento en la mitad norte de Francia, condujo hoy a un pico en París, que reavivó el debate sobre la necesidad de aplicar la circulación alterna de los vehículos con matrículas pares o impares.
Una portavoz de Airparif, el organismo que mide la contaminación en la región Ile-de-France, señaló a Efe que el índice global esta mañana era de 95 sobre una escala máxima de 100, y que se había superado el nivel de alerta en lo que respecta a las micro-partículas, con una concentración superior a 80 microgramos por metro cúbico de aire.
Con una horquilla de 80 a 90 microgramos de micro-partículas (PM 10) por metro cúbico en varias estaciones, se trata del cuarto día este año que se sobrepasa ese nivel de alerta, después del pasado miércoles, cuando se había registrado una media de 94, precisó la portavoz.
Plume Lab, un laboratorio que también se dedica a la colecta de datos de contaminación por todo el mundo, había señalado que en París el miércoles se llegaron a medir 127 microgramos por metro cúbico, y que durante unas horas la capital francesa tuvo el nivel más elevado de todo el mundo, un análisis rechazado por el organismo oficial francés.
En cualquier caso, sobre la base de los datos y de las previsiones de Airparif para los próximos días -se augura una ligera mejora mañana, aunque la situación se mantendrá “mediocre”-, la prefectura (delegación del Gobierno) va a estudiar si aplica medidas más restrictivas para el tráfico, y en particular la polémica circulación alterna.
El Ayuntamiento de París había reclamado ayer a la prefectura -sin éxito- que obligara hoy la inmovilización de los vehículos con matrículas impares.
La ministra de Ecología, Ségolène Royal, había respondido a la solicitud de la alcaldesa, la también socialista Anne Hidalgo, que no quería adoptar una “decisión intempestiva”, al tiempo que había lanzado una pica al Ayuntamiento, al señalar que contra la contaminación tenía que actuar “de forma mucho más determinada porque hay muchos anuncios y no se ve mucho cambio”.
Obligar a cientos de miles de personas a no utilizar el coche era también un riesgo político en vísperas de las elecciones departamentales, cuya primera vuelta se celebra este domingo en Francia.
La prefectura sí que impuso una reducción de la velocidad máxima en 20 kilómetros por hora hasta la próxima medianoche en la región de París.
Un decreto del pasado mes de julio contempla la puesta en marcha de la circulación alterna “en caso de episodio de contaminación prolongado” por dióxido de nitrógeno o micro-partículas, pero no precisa la duración exacta a partir de la cual se impone.
El año pasado se aplicó finalmente el 17 de marzo después de una decena de días con altos niveles de polución y eso permitió disminuir en un 15 % las emisiones de PM 10.
El episodio actual que afecta al norte de Francia y a otros países europeos resulta de la conjunción de unas condiciones meteorológicas frecuentes en primavera (tiempo anticiclónico) y de las emisiones contaminantes de diversas fuentes: el tráfico, las calefacciones, la industria y la agricultura.