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Rusia propone a EEUU una alianza para acabar con los yihadistas en Siria

Rusia propuso hoy a EEUU lanzar una ofensiva aérea conjunta contra los yihadistas en Siria a partir del 25 de mayo, pero advierte de que, en caso de que no haya acuerdo, se reserva el derecho a atacar de manera unilateral.

Esas acciones tendrían como objetivo “los destacamentos del Frente al Nusra y los grupos armados que no apoyan el cese del fuego, así como las caravanas con armamento y munición, y también las bandas ilegales que cruzan la frontera sirio-turca”, anunció el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigu.

En caso de que la alianza ruso-estadounidense prospere, no tendría precedentes en el conflicto sirio, ya que hasta ahora Rusia y la coalición encabezada por EEUU, aunque últimamente han coordinado sus acciones para evitar incidentes aéreos, han operado de manera autónoma.

Desde finales de septiembre pasado Rusia ha apoyado con sus bombardeos la contraofensiva del Ejército sirio contra el Estado Islámico, mientras la coalición occidental ha centrado sus ataques desde mediados de 2014 en las posiciones yihadistas, al tiempo que ha apoyado a la oposición al régimen de Bachar al Asad.

“Desde luego, todas estos pasos han sido consensuados con los dirigentes sirios”, agregó el ministro ruso.
Asad ha asegurado que, en caso de que los bombardeos occidentales sean consensuados con el Kremlin, automáticamente quedarían legitimados por las autoridades del país árabe.

Shoigú explicó durante la reunión de la plana mayor de Defensa que militares rusos y estadounidenses ya han comenzado a consensuar desde el jueves “estas medidas” en Ammán (Jordania) y Ginebra.
Por supuesto, agregó, los bombardeos “excluirían los ataques contra infraestructuras civiles y zonas pobladas”, en un intento de evitar daños colaterales, como viviendas, mercados, escuelas u hospitales, alcanzados en el pasado por bombas y obuses.

Además, precisó, “planteamos a EEUU seguir desde el 25 de mayo el trabajo con las unidades de la oposición ‘moderada’ para que se sumen al alto el fuego y se determine exactamente las zonas bajo su control”.
Además, esos grupos “deben retirarse de las áreas controladas por el Frente al Nusra y otras organizaciones terroristas internacionales”.

Rusia lleva varias semanas insistiendo en que los grupos rebeldes concentrados en torno a Alepo abandonen esas posiciones para permitir que el Ejército sirio martillee a los yihadistas que se han hecho fuertes en esa zona del norte de Siria.

La aviación rusa asegura que suspendió hace semanas los ataques contra la segunda ciudad siria a petición de la Casa Blanca, que informó al Kremlin que en los alrededores de esa ciudad operan las milicias opositoras.

No obstante, Moscú está perdiendo la paciencia, ya que la tregua en vigor desde finales de febrero pende de un hilo tras la suspensión de las negociaciones de paz en Ginebra, y Washington ha incumplido con su promesa de persuadir a los rebeldes para que abandonen Alepo.

Por ello, Shoigú advirtió hoy, en lo que pareció un ultimátum en toda regla, de que Moscú se reserva el derecho a lanzar una ofensiva “unilateral” contra los grupos terroristas que no acaten la tregua en vigor en el país árabe desde finales de febrero pasado.

Shoigú considera que “estas medidas permitirán el paso a un proceso de arreglo pacífico del conflicto en todo el territorio de Siria”.

El alto el fuego es crucial para la reanudación de las conversaciones en Ginebra, que fueron abandonadas a finales de abril por la oposición, que acusó al Ejército sirio y a Moscú de violar la tregua al lanzar una ofensiva contra Alepo.

Al respecto, el ministro ruso dijo que, “con la excepción de algunas violaciones, la tregua es respetada a grandes rasgos en la mayoría de provincias de Siria”.

Los principales focos de tensión son Alepo, el norte de Latakia y los alrededores de Damasco, explicó.
Las violaciones “están relacionadas con los intentos del Frente al Nusra y otros grupos adscritos de torpedear el proceso de paz y lograr la reanudación de las acciones militares a gran escala en Siria”, destacó.

A su vez, insistió en que uno de los factores más desestabilizadores es que la frontera sirio-turco es absolutamente permeable para la entrada y salida de los guerrilleros del Estado Islámico.
“Esto permite a los terroristas completar sus filas con más guerrilleros, recuperarse de las pérdidas en armamento y equipos militares, y recibir munición, lo que conduce a un incremento de su potencial militar y a los intentos de conquistar nuevos territorios”, denunció.

El presidente ruso, Vladímir Putin, ordenó retirar en febrero el grueso de contingente militar en Siria, pero Rusia aún cuenta con decenas de cazas, cazabombarderos y helicópteros en su base aérea en Latakia, que no han dejado de golpear los bastiones yihadistas por todo el país.