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En una decisión unánime, Leslie Torres-Rodríguez fue nombrada la noche de este martes por la junta de educación como la nueva Superintendente de la escuelas de Hartford, Torres-Rodríguez, de 42 años, había estado actuando como superintendente interina desde diciembre tras la renuncia de su predecesor, Bet-Schiavino Narvaez .
“El trabajo por delante es difícil para cada uno de nosotros. Ya me han oído decir que el cambio se produce a la velocidad de la confianza. ¿Qué tan rápido lo hacemos, y lo bien que somos capaces de cambiar, todo dependerá de nuestra capacidad para comprometernos los unos con los otros” dijo Torres-Rodríguez frente a una multitud que puntuaban sus frases con ovación en el gimnasio de la Escuela Secundaria West.
La junta aprobó su nombramiento sin comentarios, una conclusión tranquila a un proceso de selección plagada de controversias. Apenas unos días antes, un par de miembros del comité de búsqueda del superintendente negaron que el panel acordó recomendar solamente a Torres-Rodríguez para la votación de la junta – excluyendo al otro finalista, Tim Sullivan, un asistente del superintendente del Consejo de Educación de la Región Capital (CREC).
Torres-Rodríguez ha dicho que puede relacionarse con los estudiantes de Hartford a causa de su propia experiencia en las escuelas de la ciudad, frente a las bajas expectativas hasta que fue apadrinado en Hartford Public High School, su alma mater. Volvió al sistema escolar de Hartford como asistente del superintendente de la dirección educacional en 2015.
Junto con su doctorado de la Universidad Central del Estado de Connecticut, Torres-Rodríguez tiene una licenciatura en el desarrollo humano y una maestría en trabajo social de la Universidad de Connecticut.
Torres-Rodríguez prometió un enfoque metódico a inmensos desafíos en las escuelas de Hartford, de las desigualdades educativas a la inestabilidad fiscal y la probable consolidación de algunos de las 47 escuelas del distrito en los próximos años. También citó la seguridad del niño como una prioridad.
Torres-Rodríguez, que vive en East Hartford con su marido y sus dos hijos, también dijo que iba a regresar a Hartford, una cláusula de residencia que se ha requerido en los superintendentes anteriores. Pronto se iniciará la negociación del contrato con la junta, su salario se espera que esté en el rango de los $ 250.000.
