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En la imagen, la diplomática cubana Josefina Vidal. EFE/Archivo

Josefina Vidal, la cara cubana del “deshielo”, será embajadora vitalicia

La diplomática cubana Josefina Vidal, la cara más visible de la isla en el “deshielo” diplomático con EE.UU., y la viceministra de Exteriores, Ana Teresita González, se convirtieron en las primeras embajadoras vitalicias de Cuba tras la creación de ese rango diplomático a inicios de año.
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, otorgó por primera vez esta condición durante la ceremonia de juramento de 22 nuevos jefes de misión en el extranjero, celebrada en la noche del miércoles en el Palacio de la Revolución, sede del Gobierno del país caribeño, informaron hoy medios oficiales.
Hasta ahora el rango de embajador se concedía en la isla solo de forma temporal, y como singularidad su categoría vitalicia no requerirá el ejercicio del cargo, como es el caso de González, quien permanecerá como vicecanciller, explicó la estatal Agencia Cubana de Noticias.
Tras cinco años de “reconocida labor” frente al Departamento para Norteamérica del Ministerio de Exteriores cubano, cuando se convirtió en la “cara dialogante” de su país en las negociaciones con Estados Unidos, Vidal se desempeña desde hace un año como embajadora de La Habana en Canadá.
La diplomática fue incluida en 2015 entre los pensadores más prominentes Global Thinkers de la revista Foreign Policy junto a su contraparte estadounidense en las conversaciones, Roberta Jacobson, y a Ricardo Zúñiga y Ben Rhodes, entonces asesores del expresidente Barack Obama .
“No podemos olvidar nuestros orígenes. Somos descendientes de familias trabajadoras y humildes. No podemos olvidar que somos mujeres, que solo un proceso como el nuestro donde es un objetivo principal trabajar y luchar en la emancipación de la mujer, hemos podido crecer profesionalmente”, dijo González en la ceremonia.
La imposición del rango de embajador vitalicio fue aprobada en septiembre de 2017 por el Consejo de Estado cubano entró en vigor el 8 de enero pasado.
El presidente cubano es quien tiene la facultad, a propuesta del ministro de Relaciones Exteriores, de conceder o retirar el nuevo rango de embajador vitalicio en reconocimiento al trabajo realizado tanto en el servicio interno como externo.