Google+
Home » breaking news » Habitantes del DC comenzaron a encender sus primeros cigarros de marihuana

Habitantes del DC comenzaron a encender sus primeros cigarros de marihuana

En la privacidad de sus hogares, los habitantes de la capital federal (Washington D.C.), pudieron encender sus primeros cigarros de marihuana de manera legal y plantaron sus primeras semillas de cannabis, al entrar en vigor una medida aprobada directamente por los votantes.

“¿Ven este cigarro? Es solo marihuana enrollada y fumar esto ahora en su casa es perfectamente legal”, explicó en una multitudinaria rueda de prensa Adam Eidinger, presidente del grupo “DC Cannabis Campaign” e impulsor de la legalización de lamarihuana en Washington.
Mientras daba varias chupadas al cigarro, Eidenger se felicitó por la entrada en vigor hoy a las 00.01 de la madrugada (ET) de la iniciativa que legaliza el consumo recreativo del cannabis, conocida como “Iniciativa 71” y que recibió el respaldo del 70,1 % de los votantes de Washington en las elecciones de noviembre.
La ley permite a cualquier persona de 21 años o mayor fumar marihuana en su casa o en espacios privados y la posesión de un máximo de 2 onzas de cannabis, una cantidad que en el mercado ilegal alcanzaría entre los 600 y 800 dólares, según estimó Eidenger.
Además, la ley permite compartir (no vender) hasta una onza de cannabis y cultivar en espacios privados un máximo de seis plantas, aunque sólo tres pueden tener flores.
“Plantar una semilla es un acto muy simbólico”, afirmó el activista, que ante la prensa eligió las semillas más grandes que guardaba en un tarro blanco y las plantó en un invernadero portátil para regarlas luego con agua filtrada.
“Dentro de una semana, las semillas empezarán a asomar. Durante dos semanas pueden crecer con luz natural, pero luego voy a poner unas luces en el armario para que sigan creciendo. Pondré un pequeño ventilador para contener el olor y así pueden crecer durante las 24 horas”, detalló.
El activista dedicó la plantación de la marihuana a los cientos de miles de personas en prisión por delitos relacionados con el cannabis e hizo especial mención a los afroamericanos, que son la población mayoritaria en Washington y que son penalizados y condenados por el consumo de cannabis más a menudo que los blancos, a pesar de que fuman la misma cantidad, según dijo.
Para informar a los ciudadanos, el grupo de activistas de “DC Cannabis Campaign” ha repartido en el último año una cuartillas de cartón, blancas y rojas, que pueden utilizarse para hacer el filtro del cigarro y en las que se detalla lo que la nueva ley permite y no permite hacer.
“Legalización sin comercialización”, resumió Eidinger, que ha hecho de la marihuana un instrumento para reclamar autonomía para la capital federal, cuyas leyes deben ser revisadas por el Congreso, que también decide sobre el presupuesto de la ciudad.
A finales de año, el Congreso prohibió al Ayuntamiento regular la venta e imponer impuestos sobre la marihuana, pero las autoridades locales creen que tienen autoridad para implementar la ley y hoy han dado un paso al frente.
“Los habitantes del Distrito de Columbia hablaron alto y claro cuando aprobaron la legalización de la marihuana en noviembre. Estamos preparados para aplicar y hacer cumplir la ley”, dijo la alcaldesa de la capital, la demócrata Muriel E. Bowser, horas antes de la entrada en vigor de la iniciativa.
La primera edil apareció en una rueda de prensa junto a todas las autoridades del Distrito, incluido el Departamento de Policía de la ciudad, que al recibir órdenes del Ayuntamiento tendrá que implementar la ley.
Sin embargo, el verdadero cambio en las calles de Washington se vivió en julio del año pasado, cuando el Consistorio despenalizó la posesión de marihuana en pequeñas cantidades, infracción que equiparó a las multas de tráfico.
Con esta medida, la ciudad se une a los estados de Colorado, Washington, Alaska y Oregón, que ya han aprobado el uso recreativo de la marihuana y abre, aún más, el debate a nivel federal, donde el consumo recreativo de la marihuana sigue estando prohibido.
Para diferentes centros de pensamiento como el Instituto Brookings, la nueva realidad de la marihuana en Estados Unidos tiene importantes consecuencias a nivel internacional, pues podría cuestionar la vigencia de los tratados sobre drogas de la ONU suscritos por este país.