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Desintegran organización que traficaba armas de Florida a Nueva York

La fiscalía general de Nueva York y la Policía desmantelaron una organización que traficaba armas de fuego de alto calibre que eran compradas en ferias de Florida y presuntamente traídas aquí en maleteros de autobuses, entre ellos con destino al famoso Barrio Chino.

Ocho personas, miembros de esa red, fueron arrestadas durante el operativo conjunto “Midnight Run” y se les presentaron 187 cargos, entre éstos conspiración, posesión criminal y venta de armas de fuego y si son declarados culpables, enfrentan hasta 25 años de prisión.

También se les confiscaron más de 70 armas, que van desde una pistola calibre .22 hasta una pistola Tec 9, semiautomática accionada con retroceso.

Aproximadamente 18 de las armas incautadas tenían los números de serie limados, por lo que no se podían rastrear.

Indica además que muchas de las armas que compraron en Florida fueron revendidas en Nueva York, cuatro veces por encima de su precio original.
“Las redes de tráfico de armas alimentan la epidemia de violencia armada que está matando a niños y familias a través de Nueva York y el país”, dijo el fiscal Eric Schneiderman.

La investigación comenzó la pasada primavera y de acuerdo con los documentos presentados en corte por la fiscalía, la red era dirigida por Natasha Harris, que viajaba desde Brooklyn, donde vivía, a ferias de armas en Florida, y Quincy Adams, que financió las compras de la red y transportó algunas a la ciudad de Nueva York.

La ley de Florida requiere que cualquier persona que compre un arma en una feria en ese estado sea residente. Sin embargo, advirtió la fiscalía, Natasha Harris, pudo adquirir múltiples armas, “muestra de que ninguna verificación de antecedentes se realizó”.

De acuerdo con la información provista por la fiscalía, a principios de este año, un agente encubierto comenzó a comprar armas a los presuntos cabecillas y, posteriormente, se utilizó la vigilancia electrónica para controlar la actividad de la red.

La vigilancia reveló que miembros de la organización se comunicaban regularmente, a menudo a través de mensajes de texto que incluían fotos de las armas para la venta.

En menos de tres meses, el agente encubierto compró 35 armas de fuego a la red en 11 transacciones en Brooklyn. Durante esas operaciones, el agente llevó a los acusados a creer que tenía la intención de revender las armas a sus propios clientes.

Entre mayo y noviembre de este año, los dos cabecillas y otros acusados hicieron varios viajes desde Nueva York a Florida.

Harris y otros, incluyendo un comprador en Florida, presuntamente adquirieron múltiples armas en ferias, que fueron transportadas a esta ciudad debajo de autobuses comerciales, entre éstos, una compañía con destino a “Chinatown” en Manhattan, según la acusación.

“Esta investigación demuestra la demanda de armas de fuego ilegales en nuestra ciudad y el compromiso de la Policía y la fiscalía general para interceptarles antes de que se utilicen para cometer crímenes violentos”, indicó el jefe de la Policía, Bill Bratton, en el comunicado.

La fiscalía enfatizó que la investigación demostró la necesidad de que “los procedimientos modelos para ferias de armas de Nueva York sean adoptados por otros estados”.