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San Francisco vive de fiesta en las vísperas del Super Bowl Vista general del estadio Levi's el 1 de febrero de 2016, para la edición número 50 del Super Bowl y el juego entre AFC Champion Denver Broncos y NFC Champion Carolina Panthers en el estadio Levi's en Santa Clara, California (Estados Unidos).

San Francisco vive de fiesta en las vísperas del Super Bowl.

San Francisco (EEUU), 4 feb (EFE).- La final de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), la Super Bowl, se disputará el domingo en Santa Clara, en el corazón de Silicon Valley, pero hasta entonces la acción y la fiesta se concentrarán en San Francisco.
La ciudad ha gastado más de cinco millones de dólares en la organización de eventos previos a la Super Bowl, que incluyen desde conciertos gratis a exposiciones fotográficas, juegos interactivos, demostraciones de realidad virtual y degustación de comida y bebida en una especie de festival que se concentra alrededor del Ferry Building, en la zona portuaria.
El comité organizador prevé que más de un millón de personas lleguen al área de la Bahía antes del partido del domingo, lo que ha disparado los precios de los hoteles y los de alojamientos en casas privadas a través del servicio de alquiler Airbnb.
El programa de actividades incluye, también, todo tipo de fiestas y eventos exclusivos auspiciados por empresas y organizaciones privadas.
Mañana viernes, por ejemplo, el canal deportivo ESPN patrocinará una fiesta en Fort Mason, una antigua base militar situada frente a la prisión de Alcatraz, a la que se prevé asistan atletas, más de una docena de estrellas de la NFL y celebridades como la modelo de ropa interior Adriana Lima.
El proveedor de televisión por satélite DirecTV y el conglomerado de bebidas Pepsi también se han sumado al espíritu festivo y serán los anfitriones mañana de un evento en el puerto de San Francisco que estará amenizado por el cantante Pharrell Williams.
El sábado, la revista “Vanity Fair” liderará una fiesta a la que se puede asistir solo por invitación y en la que actuará el cantante Bon Jovi, un acto que rivalizará con el organizado por la revista “Rolling Stone”, cuyas entradas oscilan entre los 1.000 y los 5.000 dólares y que contará con la asistencia de la cantante Charli XCX, los raperos Pitbull y Flo Rida y la banda de rock Jane’s Addiction.
El despliegue de recursos por parte de la ciudad ha generado entusiasmo pero también voces críticas, que se quejan de que los festejos se estén financiando con el bolsillo de los contribuyentes y lamentan que las autoridades locales hayan invertido tanto en un evento que se celebrará a 60 kilómetros de San Francisco, en la localidad de Santa Clara.
Será allí, en el Estadio Levis, donde se enfrenten el domingo Los Panthers de Carolina y los Broncos de Denver, que han estado entrenando durante los últimos días en la Universidad Estatal de San José y en la Universidad de Stanford.
La Super Bowl del domingo, que celebra este año su 50 aniversario, será el evento deportivo más caro en la historia de Estados Unidos, con un precio medio por entrada próximo a los 5.000 dólares.
El récord, hasta ahora, lo tenía el campeonato mundial de boxeo de peso welter entre Floyd Mayweather y Manny Pacquiao, que se acuñó como la pelea del siglo y se libró en Las Vegas (Nevada) el año pasado, con un precio medio de 4.672 dólares por entrada.
La buena salud financiera de las empresas tecnológicas de la zona, que salvo contadas excepciones como Yahoo, acumulan beneficios multimillonarios, ha alentado, según los observadores, la puja al alza por las entradas del partido del domingo.
Y como no podía ser menos, celebrándose en pleno Silicon Valley, la Super Bowl de este año promete convertirse en la más tecnológica de la historia, con 1.200 puntos de conexión inalámbrica instalados en el estadio que buscan asegurar que los alrededor de 70.000 asistentes estén conectados en todo momento.
La Super Bowl es, además del evento deportivo por excelencia en Estados Unidos, el mayor espectáculo comercial del país, y congrega cada año frente a los televisores a millones de espectadores más atraídos por su componente extradeportivo que por el desenlace del encuentro.
La cantante Lady Gaga será la encargada de cantar el Himno de Estados Unidos el domingo antes del inicio del Super Bowl, que celebra este año su 50 edición.
Según la NFL, la actriz Marlee Matlin seguirá la letra del himno con el lenguaje especial para sordos.
Está previsto, además, que en el espectáculo de medio tiempo se presenten Coldplay y Beyonce, así como Gustavo Dudamel, director de la orquesta Filarmónica de Los Ángeles, y la orquesta juvenil de la ciudad (YOLA).