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La imagen distribuida por la policía alemana con el propósito de detener a Jaber Albakr.

La historia del refugiado sirio que capturó a un terrorista en Alemania

Alemania tiene un nuevo héroe nacional. Se llama Mohamed A., es un refugiado sirio de 36 años y fue quien puso en la noche del domingo fin a la huida del presunto terrorista Jaber Albakr, acusado por la Fiscalía Federal de planear un atentado contra uno de los dos aeropuertos de Berlín y durante 48 horas el hombre mas buscado en este país.

Además, según la agencia DPA, la organización “Ayuda para Siria” ha pedido hoy protección para él y su amigo, que le ayudó en la detención de su compatriota, ante el temor de que el Estado Islámico (IS por sus siglas en inglés) lleve a cabo una venganza contra ambos.

Según las informaciones que han trascendido de la investigación, Albakr, que entró en Alemania con pasaporte sirio en febrero de 2015 y obtuvo el estatuto de refugiado cuatro meses más tarde, fue visto salir de la vivienda que tenía alquilada en la ciudad Chemmitz el sábado a las 07:05.

Las fuerzas de seguridad, que ya estaban apostadas frente al edificio desde la noche del viernes, pusieron entonces en marcha su operativo y entraron en su vivienda, donde encontraron hasta 1,5 kilogramos de material altamente explosivo y de las mismas características del utilizado por el yihadista Estado Islámico (IS) en los atentados de Londres, París y Bruselas.

Albakr debió percatarse del dispositivo porque el mismo sábado escribió en un chat de refugiados sirios que estaba en la estación de trenes de Leipzig , a unos 85 kilómetros de Chemnitz que necesitaba con urgencia un lugar para dormir.

Mohamed leyó el mensaje y decidió socorrer al compatriota. “Fui con unos amigos a la estación y le recogimos. Primero fuimos a casa de un conocido, donde comimos arroz y cordero, pero como la casa era muy pequeña nos fuimos a la casa de otro colega, algo más grande”, ha relatado Mohamed al diario ‘Bild’.

Albakr les contó que acababa de llegar de Siria y que buscaba trabajo. Todos le creyeron. El domingo, al levantarse, preguntó si conocían algún lugar donde cortarse el pelo y adecentarse un poco y Mohamed, que había trabajado como peluquero durante un año, le rapó la cabeza.

La orden internacional de búsqueda

Entre tanto, la Fiscalía Federal ya había emitido una orden internacional de busca y captura de Albakr y colgado su foto en Facebook. Albakr se fue a dormir el domingo, y mientras lo hacía, Mohamed entró en Facebook y vio las fotos de quien hasta ese momento era el hombre más buscado en Alemania.

Chateó con otros refugiados sirios sobre cómo proceder y asegurarse de que el compatriota que dormía bajo el mismo techo era el presunto terrorista. Cuando dejó de tener dudas, su amigo y él lo amordazaron con un cable alargadera, una imagen que reproduce el diario. “Nos ofreció 1.000 euros y 200 dólares si le dejábamos libre. Los tenía en una mochila, con un cuchillo”, explica.

Mohamed llamó a la policía, pero no pasó de centralita debido a su pobre conocimiento del idioma alemán. Decidió entonces hacer una foto al retenido y mientras su compañero de piso vigilaba a Albakr se personó en comisaría para mostrar una imagen que, también en ese caso, valía más que mil palabras. Poco después, los agentes lo detenían para ponerlo a disposición judicial.

“Estoy tan agradecido a Alemania por habernos acogido que no podíamos permitir que hiciera algo a los alemanes”, asegura Mohamed, que llegó a Alemania huyendo precisamente del terror del IS.

Tras anunciarse la captura de Albakr y la actuación de esos refugiados, Mohamed sólo ha recibido elogios. “Nuestro agradecimiento y reconocimiento también al ciudadano sirio que informó a la policía sobre el paradero del sospechoso y contribuyó así de forma decisiva a su detención”, manifestó la portavoz adjunta del Ejecutivo, Ulrike Demmer.

Fuente: El Mundo