El presidente electo Donald Trump nominó a la gobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, como representante de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, puesto que según algunos medios ella habría aceptado.
Haley y Trump no han sido cordiales el uno con el otro ya que ambos se lanzaron fuertes golpes verbales durante la carrera a la Casa Blanca. Trump dijo en enero que la postura migratoria de Haley era “débil” luego de que la gobernadora de Carolina del Sur les dio la bienvenida a inmigrantes legales a su estado, independientemente de la raza o la religión. En respuesta Haley a pesar de que nunca usó el nombre de Trump en un discurso implícitamente dijo que el entonces precandidato republicano podría amenazar “el sueño americano” de otros.
A pesar de su rechazo , Haley se reunió con el presidente electo la semana pasada en la Torre Trump. Tras su encuentro, la gobernadora dijo que habían mantenido una conversación “muy agradable”.